Arco 11 - Capítulo 344: Una Compañera Dulce

 

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Un hombre pelirrojo aún con vendajes.

Al ver a este hombre, Sogou caminó lentamente hacia adelante.

Gradualmente, su andar recuperaba fuerza. 

Banewolf.

Un guerrero de Urza, comúnmente conocido como Dragon Slayer.

También era uno de los instructores de los Héroes reunidos por Vysis.

Al parecer, había salvado a Sogou y a los demás transformándose en dragón en la batalla en el Castillo Blanco Anti-Demonio. 

 

"Es una persona con la que Sogou Ayaka tiene una gran deuda de gratitud." 

 

Conocía esta información.

Por lo tanto, sugerí al Emperador Loco que nos pusiéramos en contacto con Banewolf.

Desempeñando el mismo papel que Takao Hijiri...

Si— como un plan de respaldo contra Sogou Ayaka, que eventualmente podríamos necesitar. 

 

Como era de esperar del Emperador Loco, parecía que él mismo ya había elaborado antes la idea de atraerlo a su lado.

Banewolf regresó a Monroy tras ser gravemente herido en la gran invasión anterior.

Pero, inmediatamente se trasladó al oeste de la Capital Real, declarando que quería recuperarse en un lugar tranquilo.

Antes de abandonar la Capital Real, fue llamado una vez por Vysis.

Sin embargo, rechazó la invitación de ir a Alion, diciendo que iría allí cuando estuviese recuperado un poco más.

Desde entonces, no se le ha vuelto a pedir que vaya a Alión.

Vysis dominaba su debilidad, que era la medicina de su padre para su enfermedad.

Se dice que esta medicina era muy rara.

Sin embargo, no está a un nivel en el que no está disponible en absoluto.

El Emperador Loco ordenó a sus subordinados asegurar un número de estas medicinas.

Entonces, ahora.

¿Dónde ha estado Banewolf tras dejar la Capital Real?

Sí, después de abandonar tranquilamente la Capital Real, había estado recuperándose en casa de su padre. 

 

“¿E-están bien tus heridas...?” 

Al ver que Sogou se detenía frente a él y lo miraba, Banewolf respondió con una sonrisa. 

“La Dragonificación no sólo es dura, también dificulta el manejo de mi gran espada... pero bueno, me he recuperado lo suficiente como para caminar así.” 

 Parecía ahogada por la sensación de alivio que surgía en su interior... 

“Eso es... bueno...”

“Para ser honesto, no esperaba recuperarme tanto en ese período de tiempo. No sé si es el poder de la sangre de dragón o qué... pero verás, soy el Dragon Slayer-sama más fuerte de Urza. Nunca había experimentado ser golpeado de esa manera... no tuve la oportunidad de experimentar las habilidades de recuperación de mi sangre dragón.” 

Como para relajar la atmósfera del lugar, Banewolf habló en un tono relajado.

Y entonces... 

“Y, ¿no eres ahora más fuerte que este Dragon Slayer-sama, Sogou-chan?”

“Ah— Eso es... yo...” 

Sogou bajó la cara y torpemente desvió la mirada.  

“Mu... Mucho menos derrotar al Gran Emperador Demonio... A diferencia de Bane-san... No habría sido capaz de proteger a todo el mundo Sólo haciendo estragos a mi antojo... Sólo molestando a otros— ¿...?” 

Banewolf puso suavemente su mano sobre la cabeza de Sogou. 

“Has estado frenética, ¿no es así—? Para proteger a los otros Héroes.” 

*Silencio*

“———”

“Es sólo que... Sabes, ¿tal vez haya sido demasiada una carga demasiado pesada para ti? Mira, te lo dije en el Castillo Blanco Anti-Demonio, ¿no? Deberías aprender a confiar más en alguien... en vez de encargarte de todo tú misma.”

“... Sí.”

“No, te he dicho algo más... Como... si trabajas duro por algo, sin importar el resultado, eso es un acto admirable.”

“Es decir... sólo he causado muchos problemas a varias personas... No sólo eso, incluso apunté mis armas contra los humanos—”

“Y la persona culpable es la Diosa que usó esa seriedad.”

“¡S-Sin embargo! Fue mi propia debilidad la que me hizo creer en la Diosa...”

“Ciertamente puede haber algo de verdad en la idea de que el engañado tiene la culpa. Sin embargo... Como premisa básica, debería entenderse que engañar a otros está mal.” 

Diciendo esto, Banewolf se llevó un palo de doto a la boca.

“De lo contrario, verás... Las emociones de uno simplemente serían perturbadas.” 

Al oír sus palabras, Sogou se echó a llorar. 

“... Eres demasiado optimista... Bane-san.” 

Su voz...

Su mentalidad original parecía estar volviendo. 

“¿Lo he dicho antes también? Es bueno ser optimista.”

“... Dijiste eso... sniff... fufu...”

“Bueno, nunca fui fan de esa Diosa-sama tampoco. Si este bulto sobre mis ojos desapareciera, sería una historia feliz para mí también.” 

Acto seguido, los ojos de Banewolf se suavizaron. 

“También escuché sobre los niños del grupo de tu Sogou-chan. Si esa Nyantan Kikeepat trabaja bien... Puede que salgan de allí de una pieza.”

“... Yo estaba......” 

Banewolf soltó la mano que había puesto sobre la cabeza de ella y giró en dirección a Alion. 

“A veces, sólo tienes que esperar y confiar, ¿sabes? No todo se puede resolver por uno mismo. Además, mira, tienes a la amiga de confianza de Sogou-chan, Suou-chan ahí, ¿verdad? Seguro que estarán bien. Al menos... Cree en Nyantan y en esos niños. Quiero que confíes en ellos.” 

Sogou pareció darse cuenta de algo. 

“Estás preocupado por ellos— Es comprensible. Sin embargo, ¿no hay una situación... en la que es importante poder confiar en los demás?” 

Después de un rato... 

“... Supongo que fue como dice Bane-san.” 

Aunque ella tendía a bajar la cabeza...

Sogou estuvo de acuerdo con las palabras de Banewolf. 

“Seguramente llegará el momento en que Sogou-chan deba moverse— Por lo que he oído, ya te has vuelto tan fuerte que ni siquiera yo, en mi perfecto estado, puedo hacer frente, ¿sabes?” 

Banewolf se acarició la barba. 

“Bueno... Es agradable ver al discípulo superar a su maestro.” 

Es sólo mi corazonada...

La forma en que Banewolf se comporta y la atmósfera que tiene...

Parecía un padre penando en su hijo.

... Bueno, en mi caso sin embargo, ese papel encaja más con mi tío que con mi padre. 

“Más que eso, Sogou-chan.”

“¿Sí?”

“Prometiste servirme un trago después de la batalla del Castillo Blanco Anti-Demonio, ¿verdad?” 

Sogou parecía haber sido tomada desprevenida.

A continuación, Sogou le dirigió una mirada ligeramente malhumorada.  

“... ¿No se suponía que perdías la memoria después de la dragonificación?” 

——Entonces, una risita resonó.

 

Hijiri, que estaba a mi lado observando la situación, murmuró lo siguiente.

“Hmm, ves, ahí está eso... Recordaría las promesas que me convienen...”

 

“¡—Cielos, Bane-san...!”

“Bueno, supongo que haré que me sirvas esa bebida después de esta batalla. Cooperaré tanto como sea posible en esta batalla. Acepté la invitación de ese extraordinariamente hermoso Emperador-sama de allí.” 

Las miradas de Sogou y Banewolf se dirigieron al Emperador Loco.

“Personalmente, definitivamente quería el poder de transformarme en un Dragonewt de nuestro lado. Sin embargo, incluso sin poder hacerlo, tu presencia aún puede presionar a los soldados de Urza. Tener al Dragon Slayer de nuestro lado tendrá un efecto positivo en nuestra moral general.” 

Banewolf devolvió su atención a Sogou y se encogió de hombros. 

“Eso dice él.”

Sin dejar de mirar a Sogou y Banewolf mientras mantenían tal conversación, Hijiri preguntó. 

“¿Eres tú quien organizó esto?”

“Sabía de la conexión de Sogou con Dragon Slayer.”

“Por lo que he oído— la reunión entre los dos parece ser un subproducto de las especulaciones del Emperador Loco.” 

Por la forma en que lo dijo, parecía que se había dado cuenta.

Es tan perceptiva como siempre, la mayor de las Takao. 

“... Si ella se entera de que he organizado esta reunión aquí, Sogou puede sentir que está bailando en mis manos otra vez— Que esto ha sido el resultado del poco fiable Mimori Touka. Si quiero minimizar los riesgos al máximo, sería mejor ir con el Emperador Loco haciéndolo voluntariamente.”

“... Terminas en desventaja.”

“No, es al revés. Yo soy el que se beneficia aquí.” 

Tener las acciones de uno manipuladas o ser maquinado en contra.

Dependiendo de la situación, eso no es algo divertido aunque lo haga un aliado.

Sí... La verdad no lo es todo.

A veces, hace la prestidigitación... algo de magia en las cosas es necesario. 

“Fue el mismo caso con Seras— hacer que ella lo enviara realmente haría que el mensaje llegara a la otra parte...”

“......” 

“Mejor dejar que la buena gente hable con sus compañeros de buen corazón.”

Entonces— Hijiri me miró con una expresión inusualmente complicada.

¿Qué pasa con ella? 

“De alguna manera, eso también me fastidia.”, resoplé sarcásticamente.

Dándole la espalda, abandoné el lugar. 

“Eres una compañera dulce.”

[Nota: Touka llama aquí a Hijiri "amai", que significa dulce o ingenua.]

“¿?” 

“Desde mi punto de vista— todavía estás entre la gente buena.” 

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