Parte 1
"Hmm..."
Frente
a frente, Siwoo y las gemelas colocaron el borrador del círculo mágico en una
caja.
Odil
y Odette sólo pretendían seguirle la corriente a Siwoo.
Las
gemelas consideraron que las afirmaciones de Siwoo de que había completado el
70% del círculo mágico eran meros delirios de un ingenuo novato en los caminos
de la magia. El propio Siwoo había confesado que su círculo mágico necesitaría
un año más, antes de poder abrir un nuevo 'portal'.
Tras
ver el desastre que era la magia de Siwoo, se limitarían a darle algún consejo
apropiado para obtener un favor de él y utilizarlo, para luego llevarlo a
Ciudad Tarot y hacer un sinfín de cosas.
"Sr.
Asistente, ¿para qué es este dibujo de aspecto extraño?"
"Ah,
¿eso? Se utiliza para calcular el alcance efectivo del maná al pasar de la fase
de despliegue a la fase de transición."
"¿Cómo?"
"No
se puede pensar en ello como una ecuación lineal en un plano unidimensional, al
fin y al cabo, es una aplicación del mundo real. En lugar de sobrecargar la
ecuación con maná, lo que sería ilógico. Deberías considerar el hecho de que
estamos trabajando en un plano tridimensional, donde el ángulo de rotación de
un objeto puede afectar la velocidad de despliegue de un hechizo."
"Aha~"
Siwoo
sacó un bolígrafo y empezó a esbozar un diseño sencillo en el papel.
La
mente de Odil divagaba mientras observaba distraídamente cómo Siwoo explicaba
sus teorías y cálculos a Odette.
Había
utilizado ingeniosamente el [Pin Disipador] para disipar la barrera de
Odil.
Sin
embargo, sólo funcionaría dentro de los límites de los pines que Siwoo había
colocado de antemano.
Dicho
esto, seguía siendo ilógico que un esclavo —que nunca había recibido una
educación formal en magia— fuera capaz de crear esta monstruosidad de círculo
mágico basándose en sus cálculos.
"¿Por
qué estas runas están colocadas en este orden? ¿No sería más eficiente
colocarlas en forma de puente para reducir el ruido?"
"Usar
ese método reduciría la producción de maná a la mitad. Para reforzar la
estabilidad en esta zona del círculo, debes maximizar la eficacia de tu maná.
Es el mismo principio que cuando se diseña un avión de papel, hay que maximizar
la cantidad de moléculas de aire que pueden actuar sobre sus alas aumentando su
superficie y asegurando así una trayectoria de planeo suave."
Cada
vez que las gemelas planteaban una pregunta, rápidamente recibían una
respuesta.
Eso
sí, con una lógica razonable.
"Esa
parte de ahí parece un poco fuera de lugar. La resistencia mágica en esa parte
del círculo está mal, ¿no es así?"
"¡Oh!
Puedes ignorar esa parte, se hizo a propósito con una resistencia menor para
que el maná pudiera fluir a tierra en caso de reflujo, minimizando el daño al
círculo."
"¿Así
es como funciona?"
Siwoo
no estaba haciendo magia de forma convencional y había seguido un camino de
magia que nadie había visto o probado antes.
La
forma en que funcionaba su magia era realmente absurda y se asemejaba a un
edificio construido por niños, creado utilizando tecnología moderna de
vanguardia.
"Pero
eso no significa que este círculo que has trazado no tenga sus problemas. La
cuestión más delicada es la variable en constante cambio. Como es independiente
del resto del círculo, puede volverse demasiado volátil."
"El
problema sería que existe la posibilidad de que el Sr.Asistente Siwoo no sea
capaz de controlar el círculo a menos que su variable haya sido determinada de
antemano."
"¿Es
así?"
Sin
embargo, aún seguían siendo aprendices de bruja.
Las
gemelas, que aprendían magia desde que sabían leer, eran capaces de ver
fácilmente los defectos del círculo mágico de Siwoo.
"Ven
aquí y mira esta parte. Esperabas que la carga mágica fuera de 11.26, ¿verdad?
Si hicieras eso, la salida mágica sólo se convertiría en 0.33..."
No
fue hasta que el sol bajó del cielo que los tres terminaron su discusión.
Parte 2
A
partir de entonces, la vida cotidiana de Siwoo no experimentó grandes
cambios.
Afortunadamente,
las gemelas siguieron siendo amables con Siwoo.
No
parecían estar planeando delatar a Siwoo y no usaron ni la coacción ni las
acusaciones para mantenerlo bajo control.
Al
contrario, se presentaron al día siguiente para ayudar a Siwoo con sus
problemas.
"Y...
¡eso es todo!"
Colocando
el último libro, que había quedado esparcido por la biblioteca, en la
estantería, Siwoo descendió de la escalera.
Mañana
tenía que visitar de nuevo Ciudad Tarot para devolver su "favor" a
las gemelas.
Supuso
que mientras se lo propusiera, podría disfrutar del momento.
Aunque
las actividades promiscuas estaban fuera de los límites, no era nada para
Siwoo. Después de todo, no todos los días podía acostarse con mujeres de su
calibre.
¿Quién
sabía hasta dónde llegarían esta vez? ¡Incluso podrían enseñarle las tetas esta
vez!
Se
sintió un poco incómodo ante ese pensamiento.
—Click clack
Fuertes
chasquidos alertaron a Siwoo de una presencia que se acercaba a la habitación.
Siwoo se arregló rápidamente, después de todo no quería que le regañaran por
estar demasiado sucio.
Al
igual que los herbívoros pueden sentir la presencia de un depredador, Siwoo
supo instintivamente la identidad de la persona que avanzaba hacia la
habitación.
"Conserje."
Era
Amelia, una mezcla de demonio y ciervo devorador de hombres en carne y
hueso.
Apartándose
su cabello despeinado, Amelia se acercó a Siwoo.
Siwoo
podía oler un agradable aroma que emanaba de Amelia, un olor dulce y salado al
mismo tiempo.
Un
hermoso vestido azul se ceñía a su cuerpo, mostrando sus hombros perfectamente
redondeados que combinaban bien con sus cinceladas clavículas.
Siwoo
no sabía dónde mirar cuando sus ojos se fijaron en las clavículas de Amelia,
perfectamente acentuadas por el vestido.
"¿Qué
sucede?"
Siwoo
inclinó la cabeza cortésmente
Se
sintió aún más incómodo al recordar la petición de Amelia.
"Necesitaré
un acompañante cuando me dirija mañana a 'Ciudad Fronteriza'."
"¿Quieres
decir que quieres que te ayude a llevar tus maletas?"
"Sí."
A
Amelia le gustaba, ¿verdad?
Mirando
los fríos ojos de Amelia, Siwoo no pudo evitar dudar de las palabras de
Takasho.
Si
de verdad sintiera algo por Siwoo, ¿no le sonreiría al menos con calidez, como
lo hace Odette?
"Me
iré temprano por la mañana. Estaré en mi edificio de investigación a las 9 en punto,
¿entendido?"
"De
acuerdo."
Siwoo
sintió de repente el impulso de comprobar sus sospechas.
Como
Takasho mencionó, si Amelia realmente sentía algo por él. ¿No pasaría por alto
su transgresión?
"Por
cierto, señorita Amelia."
Amelia
levantó una ceja, arrugando la frente en el proceso.
Como
referencia, sólo hacía eso cuando sentía curiosidad por algo.
"¿Vino
hasta aquí sólo para hablarme de esto?"
Había
una distancia considerable entre el edificio de investigación y la
biblioteca.
Cuestionó
sus acciones y le hizo notar que no habría podido ignorar el hecho de tomarse
el tiempo de trasladarse a un lugar donde sería inusual que dos personas se
encontraran en privado.
"Si
tiene algún asunto conmigo, envíe a alguien y me reuniré con usted por mi cuenta.
¿Es realmente necesario que una Profesora Asociada como usted venga hasta
aquí?"
Siwoo
pretendía con esta afirmación reflejar su respeto por Amelia y demostrarle que
se podía confiar en él.
"Yo
me ocupo de mis asuntos, tú ocúpate de los tuyos."
Amelia
respondió rotundamente.
Siwoo
se dio cuenta de que no había nada de qué preocuparse.
Amelia
pareció calmarse antes de continuar.
"Ah,
por cierto. Hay algo sobre lo que me gustaría advertirte."
"¿Sí?
Adelante."
"¿Has
tenido recientemente una charla privada con alguna de las aprendices de
bruja?"
Sorprendido
por la pregunta, Siwoo sacudió la cabeza para ocultar su sorpresa.
Las
gemelas habían visitado sus aposentos recientemente y habían compartido una
breve conversación con él en el pasillo.
"¿Qué
quieres decir con 'charla privada'?"
"Me
refiero a si han hecho cosas que vayan más allá de los límites de una relación
de esclavo-bruja."
Ya
se estaban intercambiando más conversaciones de las necesarias.
Diablos,
incluso habían discutido las complejidades del círculo mágico y habían cerrado
sus labios en los últimos cuatro días.
¿Me atraparon?
¿Dónde nos vio charlando entre
nosotros?
¿Era
la academia un factor de riesgo demasiado grande para continuar sus
estudios?
"No."
Negó
las acusaciones por el momento.
Siwoo
no tenía ni idea de cuánto sabía Amelia de su relación con las gemelas, la vida
de Siwoo acabaría en un instante en cuanto ella se enterara de lo que habían
hecho.
Amelia
giró su rostro hacia Siwoo.
Siwoo
estaba perdido.
Podía
sentir su mirada clavada en él como si pudiera leer las profundidades de su
alma y descubrir los secretos que yacían en su mente.
"Conserje..."
Amelia
hizo una pausa.
"¿No
odias a las brujas?"
Amelia,
a la que a menudo llamaban "diosa de hielo", permaneció estoica. Su
rostro no revelaba ni sus pensamientos ni sus emociones.
Sólo
Siwoo se habría dado cuenta de que estaba un poco nerviosa.
Ella
se había tomado un momento antes de preguntarle.
"Eso...
no lo sé."
Por
supuesto, las odiaba.
¿A
quién no le desagradaría un puñado de jodidas perras locas, cuya única obsesión
era la magia?
"¿Es
así?"
"Sí."
"......"
"......"
Se
hizo un silencio incómodo.
No
había forma que Siwoo supiera el motivo de sus preguntas y de cómo había
conseguido descubrir la relación entre los tres.
"Si
está satisfecha con sus preguntas, ¿le parece bien que termine de organizar el
resto de la habitación?"
Era
inusual que Amelia, una bruja que sólo hablaba de negocios, se parara frente a
él en silencio.
"Espera."
Amelia
detuvo en seco a Siwoo, que intentaba desesperadamente escapar de su
mirada.
"¿Sí?"
"...
Uhh…"
Siwoo
dudó de sus oídos, ¿estaba la mismísima bruja que era obstinada y aguda
luchando por sacar sus palabras?
El
término "humor negro" cruzó la mente de Siwoo mientras se preguntaba
si a Amelia le habían diagnosticado una enfermedad potencialmente mortal por el
repentino cambio de personalidad.
"¿Uh...?"
Los
labios de Amelia se crisparon mientras luchaba por sacar las palabras.
Su
figura vacilante hizo que la salud mental del impaciente hombre sufriera mucha
presión.
"Huff... ¿Sabes qué? No es nada. No
llegues tarde, a menos que quieras volver a limpiar el edificio de
investigación."
La
figura de Amelia desapareció en una ráfaga de viento. Casi como si ella no
hubiera estado de pie delante de Siwoo durante los últimos minutos.
"¿Queda
algo por limpiar?"
Siwoo
sólo podía mirar aturdido el marco cerrado de la puerta.
Parte 3
Caminando
por un pasillo, Amelia fue rápidamente detenida.
"¡Amelia!
¿Cómo te fue? ¿Conseguiste convencerle de tener una cita contigo?"
"Avenega,
ya te lo he dicho antes... No es una cita."
Colorido
y brillante cabello púrpura junto con un par de ojos negros.
Contrastando
con la joven apariencia de Amelia, Avenega emanaba el aura de una dama
madura.
Sophia
Avenega, profesora en jefe de la Academia Trinity, era la única amiga de
Amelia.
A
pesar de que la relación era unilateral.
"Si
me permites, Amelia, cada vez que estás de un humor irritable, sueles llamarme
por mi título de bruja."
"Esa
es una afirmación falsa."
"Ocurre
especialmente cuando predigo correctamente tus acciones."
"Nunca
ha predicho correctamente ninguna de mis acciones, profesora
Sophia."
Amelia
obvió las palabras de Sophia, claramente molesta por sus interacciones.
"¿A
qué lo invitaste esta vez? ¿No me digas que repetiste lo que hiciste la última
vez y lo llamaste personalmente a tu laboratorio?"
Amelia
le dirigió una mirada cansada a Sophia y dijo: "Honestamente, eso es
demasiado."
"Honestamente,
es demasiado... Yo no llamaría a eso una cita. Diablos, ni siquiera fue
coqueteo. Simplemente le enseñé modales básicos. ¿Eso responde a tu
pregunta?"
"De
acuerdo~ Profesora."
Amelia
intentó acelerar el paso para librarse de la pegajosa bruja. Lamentablemente,
había una gran disparidad en la longitud de sus zancadas.
Sophia,
siendo mucho más grande en comparación con Amelia, fue capaz de alcanzarla
rápidamente en unos pocos pasos.
"Vamos...
¿Cuánto tiempo vas a ignorarme? ¿Alguna vez tuvieron una conversación apropiada
entre ustedes?"
"¿Qué
es una 'conversación' entre un esclavo y una bruja? Eso suena a algo que diría
una bruja vulgar. ¿Pierde uno su dignidad después de acostarse con esclavos
todas las noches?"
Aunque
ella tenía fama de ser dura, a Sophia nunca le importó.
En
primer lugar, si a Sophia realmente le importara su forma de hablar, nunca
habría querido hacerse amiga de Amelia.
"Sabes,
para una bruja, 5 años puede no ser mucho tiempo, pero es todo lo contrario
para un esclavo. Es por esa lengua afilada tuya y por el hecho de que lo
atormentas constantemente que Siwoo te odia."
"¿No
dijo él que no?"
Sophia
levantó las manos en señal de rendición al oír la voz en alto de Amelia.
Tras
más de 60 años de amistad, la respuesta a por qué seguía actuando como una niña
seguía siendo un misterio.
El
mayor defecto de Amelia era su falta de honestidad.
"Me
abalanzaré sobre él y te lo robaré si sigues saboteándote."
"Haz
lo que quieras."
"¡Oh,
sí! Si te diriges a Ciudad Fronteriza, ¿necesitas que te preste mi
villa?"
"No
la necesitaré."
"¿Tienes
alguna lencería sexy, Amelia? Debes saber que toda dama tiene que poseer al
menos un par de ropa interior de encaje negro."
"Deja
de decir cosas tan vulgares."
Sophia
le siguió el juego a Amelia mientras ésta intentaba caminar más rápido que
Sophia.
La conversación se prolongó durante largo rato.
Siwoo no tenía ni idea de que la mayor molestia para Amelia no era otra que Sophia.